A pesar que ambas alternativas tienen el mismo objetivo: proteger tu presupuesto, el contratar una u otra dependerá de tus necesidades.
Una tarjeta de asistencia al viajero (o seguro de viajes) te brinda cobertura en caso de algún imprevisto de salud durante el viaje y normalmente excluyen los eventos relacionados con enfermedades preexistentes a menos que se contrate un seguro de viajes con preexistencias.
La cobertura de un seguro de salud internacional es mucho mas amplia tanto en tope como en servicios porque no se limitan a imprevistos (accidentes o enfermedades repentinas) sino que también incluyen cobertura en caso de eventos planificados (operaciones, maternidad, etc) y controles médicos de rutina.
En los mas de 20 años que llevamos de experiencia dentro de este sector hemos visto como erróneamente el factor más decisivo al momento de la compra es el precio y claro, no se trata de gastar más dinero de la cuenta, es solo que no se logra ningún ahorro cuando se contrata una cobertura "barata" sin leer los detalles porque luego habrá que enfrentar un siniestro en el extranjero sin el respaldo de la aseguradora porque no se contrató la cobertura apropiada.
Otra de las diferencias entre una asistencia al viajero y un seguro de salud internacional, es que las primeras brindan apoyo durante cualquier imprevisto que suceda durante el viaje como demora o cancelación de vuelos, extravío de equipaje, asistencia legal y repatriaciones de restos, entre otras, servicios que los segundos no cubren, por lo tanto, es necesario poner sobre la mesa las verdaderas necesidades para poder decidir.
En caso de un viaje corto con fechas establecidas, sin duda, una asistencia al viajero será la mejor opción solo que debes que ser muy sincer@ y comentar si tienes alguna preexistencia (o embarazo) para contratar una alternativa que incluya este concepto.
Si tienes una enfermedad diagnosticada, no debe importarte el costo del seguro de viajes, ten en cuenta que siempre será más económico que ingresar a una sala de emergencia por tu cuenta donde mínimo gastarás unos US$ 1.000 en el mejor de los casos.
Si el viaje fuese por mudanza, estudios o porque eres un nómada digital, sin duda, la mejor alternativa sería un seguro de salud internacional o en su defecto, una asistencia al viajero completa y que cuente con una red amplia de prestadores en las ciudades donde te establecerás (considera que estarás fuera de tu país de origen mínimo 1 año).
Toma en cuenta siempre las exigencias de tu destino y el tipo de viaje, por ejemplo, España actualmente a quienes pretenden permanecer en su territorito mas de 90 días está exigiendo un seguro médico con una aseguradora autorizada para operar en ese país y que sea equivalente a su seguridad social, esto es: sin deducible, sin carencia y sin limite de cobertura, quedando por fuera los seguros de viajes y los seguros de salud internacionales.
Para finalizar queremos agregar que un aspecto que también debes tomar en cuenta al momento de evaluar distintas alternativas es el deducible o co-pago. Esto no es mas que la porción de gasto que deberás siempre asumir en caso de activarse el servicio. La mayoría de los seguros de viajes que se venden en Latinoamérica no tienen deducible pero existen alternativas que si lo contemplan y suelen ser un poco mas económicos precisamente porque las compañías no atenderán gastos menores.
Veamos un ejemplo: una asistencia al viajero hacia EE.UU con una cobertura de US$ 500.000 para una persona con 30 años puede costar US$132,90 sin deducible y US$117,30 con deducible de US$ 100. ¿Ves que la diferencia no es tan alta? Sin duda yo prefería contratar la alternativa sin deducible, en principio pago un poco más pero en caso de alguna eventualidad la compañía cubrirá al 100%, pero, con la segunda opción, si culmino mi viaje y no lo utilizo, habré invertido solo US$ 129,90.
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